La discusión en torno a la Ley de Discapacidad escaló este domingo a niveles alarmantes cuando el presidente Javier Milei arremetió públicamente contra Ian Moche, un niño autista de 12 años, activista por los derechos de las personas con discapacidad. A través de sus redes sociales, el mandatario replicó publicaciones de cuentas libertarias y lanzó críticas directas hacia el menor y el periodista Paulino Rodríguez, quien había entrevistado a Ian y a su madre en LN+.

“Pautino siempre del lado del mal. No falla nunca al momento de operar en contra del gobierno. Siempre del lado de los kukas... no falla”, escribió Milei en su cuenta de X, junto a una imagen replicada también en Instagram, en lo que fue leído como un intento de desacreditar la denuncia que la familia Moche viene sosteniendo desde hace semanas.

El conflicto tuvo su origen días atrás, cuando el director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, afirmó que tener un hijo con discapacidad “es problema de la familia, no del Estado”, en una reunión mantenida con la familia del joven activista. La frase generó un fuerte repudio en organizaciones del sector y motivó una catarata de reclamos hacia el Gobierno nacional.

En declaraciones posteriores, Spagnuolo también desestimó el relato de Ian y su madre, Marlene Spesso, acusándolos de “mentirosos”. “Es grave que un funcionario salga de su despacho solo para desmentir a un nene, en lugar de dar respuestas sobre la situación crítica que atraviesan miles de familias con discapacidad”, lamentó Spesso.

Por su parte, Ian pidió que no lo revictimicen y reiteró su mensaje: “Nos costó mucho conseguir estos derechos, y ahora nos quieren hacer retroceder”.

En un país con miles de personas que dependen de políticas públicas inclusivas, la polémica desatada por las declaraciones del funcionario y los ataques del presidente despiertan una honda preocupación en torno al rumbo de la agenda de discapacidad en la Argentina.