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Owen Crippa evitò el remate de un barco argentino que luchó por Malvinas

Regionales13 de septiembre de 2024 Por Radio ADN 97.9 FM - Rafaela
El aviador sunchalense héroe de la Guerra del '82 ya había rescatado el avión con el que atacó a la flota inglesa. Ahora, quiere convertir en un Museo flotante al Aviso ARA Alférez Sobral, que fue protagonista en esa contienda.
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El aviador sunchalense Owen Crippa, quien se convirtió en héroe de la aviación aeronaval argentina al atacar en soledad a la flota inglesa luego de descubrirla cuando ésta desembarcaba tropas en el Estrecho de San Carlos, en las Islas Malvinas, durante el conflicto bélico de 1982, se puso al frente de una campaña para evitar la subasta del buque de la Armada Aviso Alférez Sobral, que también fue protagonista de una acción de guerra en aquella contienda.

El exaviso ARA Alférez Sobral iba a ser subastado el próximo 23 de septiembre. Sin embargo, el remate de este buque se impidió y ahora el objetivo es trasladarlo a Santa Fe para convertirlo en un buque museo.

Según lo expresado en el comunicado que compartió el Ministerio de Defensa y la Armada Argentina, los organismos públicos o instituciones privadas legalmente constituidas en el país interesadas en recibir al buque en donación deberán presentar su solicitud antes del 16 de diciembre.

En este sentido, tendrán que exponer un "proyecto viable que prevea los recursos necesarios para el retiro del muelle, su alistamiento para ser remolcado y su remolque hasta su destino final".

Sin embargo, a pesar de que la convocatoria es abierta, ya están encaminadas las gestiones con el Centro de Ex soldados Combatientes de Malvinas de Santa Fe. El teniente de navío retirado y veterano de guerra Owen Guillermo Crippa grabó un audio que se viralizó pidiendo el traslado del buque a Santa Fe. A partir de ahí se iniciaron conversaciones con el Ministerio de Defensa para traerlo a territorio santafesino

“Desde hace años bregamos por rescatar al Alférez Sobral y montarlo en un predio del puerto de Santa Fe. Contamos con la aprobación del ente administrador de dicho puerto, los avales del gobierno provincial, municipal, de instituciones, y empresas afín de proveer lo el personal y los fondos para su mantenimiento y preservación futura”, sostuvo Crippa.

Crippa es miembro de la Comisión Directiva del Centro de Veteranos de la Guerra de Malvinas de la ciudad de Santa Fe. “Nuestro centro ha recibido la donación de un avión y un cañón. Ambos tienen mantenimiento permanente y pueden ser visitados y observados”.

"Este buque es el único de la Armada Argentina en toda nuestra historia cuyo comandante murió en combate. Junto con él murieron siete miembros de su tripulación y varios resultaron heridos. El buque se encontraba realizando una misión de rescate de camaradas de la Fuerza Aérea que habían sido abatidos por el enemigo en el Mar Argentino", sostuvo Crippa.

UN BUQUE HISTÓRICO

El buque fue comisionado por la Armada de los Estados Unidos en 1944 y luchó en la Segunda Guerra Mundial. En 1972 fue transferido a la Armada Argentina y su nombre es en honor al del primer militar argentino que invernó en la Antártida, José María Sobral.

Cuando estalló la guerra de Malvinas en 1982 el buque fue trasladado a las frías aguas del sur. El sábado 1 de mayo por la tarde, un avión Canberra de la Fuerza Aérea Argentina fue derribado a 185 km al norte del Estrecho de San Carlos. Por encontrarse operando en cercanías, el aviso ARA “Alférez Sobral” recibió la orden de buscar y rescatar a los dos tripulantes sobrevivientes.

El 3 de mayo por la madrugada fue atacado por dos aeronaves inglesas. Los misiles impactaron en el buque y causaron la muerte de ocho tripulantes, entre ellos el capitán de corbeta Sergio Raúl Gómez Roca. Los demás fallecidos fueron: el guardiamarina Claudio Olivieri, el cabo principal Mario Alancay, los cabos segundos Daniel Tonina, Sergio Medina y Ernesto del Monte, el marinero primero Héctor Dufrechu y el conscripto Roberto Derrico.

A partir de ese momento, el segundo comandante, Teniente de Navío Sergio Bazán, herido en una pierna por una esquirla, debió asumir el comando. El buque tenía el timón averiado, el puente totalmente destruido, la radio en ruinas, un incendio a bordo, ocho muertos y ocho heridos y la perspectiva de recibir nuevos ataques. Solo sobrevivirían si lograban llegar al continente por lo que, a partir de entonces, una vez controlado el incendio y reparado precariamente el sistema de timón, se organizó el regreso.

Tras dos días de resistir los embates de la guerra y la hostilidad del clima austral, un helicóptero de la Fuerza Aérea Argentina los sobrevoló, retiró al herido más grave y los guió hacia el Buque de Desembarco de Tanques ARA “Cabo San Antonio”. Junto a él estaba el Destructor ARA “Comodoro Py” y un guardacostas de la Prefectura Naval, que lo acompañaron hasta Puerto Deseado. Lograron atracar la noche del 5 de mayo.

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