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Una propiedad usurpada, violencia y hartazgo en Rafaela: el caso de Avenida Mitre

Cansados de robos, amenazas y hechos de violencia, un comerciante de calle Mitre decidió organizarse y afrontar de su propio bolsillo la contratación de seguridad adicional. En Radio ADN, Beto, dueño de un histórico local de la zona, expuso el hartazgo del sector.

Policiales16/12/2025Radio ADN 97.9 FM - RafaelaRadio ADN 97.9 FM - Rafaela
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La inseguridad volvió a encender la alarma en calle Mitre, uno de los corredores comerciales más tradicionales de Rafaela. Vecinos y comerciantes del sector manifestaron su hartazgo ante una situación que describen como insostenible y que, lejos de ser reciente, se arrastra desde hace varios años sin respuestas de fondo.

El tema fue abordado en el programa Todos Igual por Radio ADN, donde "Beto", propietario de “El Establo”, un local con más de tres décadas de trayectoria en la zona, relató en primera persona el clima que se vive a diario. “Es lamentable tener que acostumbrarnos a vivir así. Hace años que venimos en decadencia y nadie se hace cargo”, expresó.

Según explicó el comerciante, uno de los principales focos del conflicto es una vivienda usurpada desde hace aproximadamente nueve años, vinculada —según denuncian los vecinos— a hechos reiterados de violencia, venta de drogas, robos y disturbios. “Esto salió infinidad de veces en las noticias. Estamos esperando que alguien haga algo, porque mientras tanto somos nosotros los que tenemos que meternos adentro y cuidarnos”, señaló.

Ante la falta de soluciones, Beto tomó una decisión extrema: contratar de manera particular un servicio de seguridad policial para recorrer la cuadra. Se trata de una prueba piloto de 12 días, que él mismo está financiando, con agentes que patrullan entre dos y tres cuadras durante la franja horaria de mayor movimiento comercial. “No lo contraté para que me cuiden a mí, sino para que recorran la cuadra. Lo pago yo, con factura, todo legal”, aclaró.

El comerciante también reveló haber recibido amenazas y aseguró que el miedo es uno de los motivos por los cuales otros vecinos acompañan el reclamo, pero evitan exponerse públicamente. “Muchos apoyan desde afuera, pero nadie quiere poner la cara por temor a represalias. Yo la pongo porque me la banco y porque voy a cuidar mi trabajo”, afirmó.

“Estamos en una época clave para vender y subsistir, y tenemos que preocuparnos por que no nos roben. Incluso hay comercios que ya se fueron porque les vaciaron el local”, recordó, mencionando el caso de una comerciante que debió cerrar tras sufrir un robo total.

Beto también cuestionó la falta de respuestas oficiales. Contó que dejó una carta en el municipio luego de los últimos episodios, pero hasta el momento no recibió ningún tipo de contacto. “No es que no estén al tanto. Fui personalmente, dejé la carta y nadie llamó. Mientras tanto, seguimos igual”, lamentó.

Pese al contexto, el comerciante aseguró que no piensa quedarse de brazos cruzados. “Pago mis impuestos, tengo empleados, alquiler, no debo nada. Entonces voy a cuidar mi espacio. No quiero gente drogándose en la vereda ni molestando a los clientes”, sostuvo.

El reclamo, que ya suma el apoyo silencioso de otros comerciantes y vecinos, expone una problemática que atraviesa a distintos sectores de la ciudad: la sensación de abandono y la necesidad de recurrir a soluciones privadas ante la falta de respuestas estructurales. Mientras tanto, en calle Mitre, la pregunta sigue abierta: ¿hasta cuándo los vecinos deberán hacerse cargo de una seguridad que debería estar garantizada?

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