El COVID 19 avanza en el mundo dejando su secuela de enfermedad y muerte. En segundo plano, pero con vital importancia, está la afectación económica. En la república Argentina se está intentando encontrar el equilibrio. Luego de una cuarentena severa dictaminada con premura, el gobierno intenta volver a hacer girar la rueda de las principales actividades. Sabiendo del efecto multiplicador de la construcción, desde este lunes, los corralones abren sus puertas. "La mañana de ADN" buscó la opinión de Eugenio Mautino, uno de los referentes del sector en la ciudad de Rafaela.  "Tuvimos varias semanas de mucha incertidumbre primero previa a la cuarentena. Al decretarse la cuarentena, nos agarró  a todos los sectores desprevenidos, una noticia un poco de golpe" comenzó diciendo el empresario, aportando detalles que marcan como complicó la entrega de productos. "En ese momento nos habían, tirado pedidos para ese mismo viernes o para el sábado dado que trabajamos los sábados. También para la semana siguiente, pedidos que tuvieron que ser postergados". Mautino dialoga con Radio ADN respecto a las consecuencias concretas de lo que fue el parate sorpresivo y también describe como cumplieron con el aislamiento. "Nosotros y toda la gente que trabaja con nosotros respetó la cuarentena  al pie de cañón. Bueno, luego de ese artículo que salió la semana pasada que podíamos volver a trabajar, me llamaron muchos amigos albañiles, para consultarme si a ellos le tocaba o no trabajar". "Como siempre cada vez que desde el estado se resuelve algo o del gobierno se resuelve algo por ahí falta claridad" afirma contundente Mautino "Albañiles,arquitectos,clientes. Todos nos piden los materiales, pero como dijimos hay incertidumbre si el albañil puede trabajar en la obra o no" finalizó el empresario.