Ante más de 45 mil fieles reunidos en la Plaza San Pedro, el Papa León XVI presidió este domingo la misa del Jubileo, en la que reivindicó el rol del matrimonio entre el hombre y la mujer como “el modelo del verdadero amor” y un antídoto contra las fuerzas que, según afirmó, “destruyen relaciones y sociedades”.

“El matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer: amor total, fiel y fecundo. Este amor, al hacerlos una sola carne, los capacita para dar vida, a imagen de Dios”, expresó el Pontífice durante su homilía, en la que también subrayó la importancia de las “uniones santas” como pilares espirituales y sociales.

León XVI, sucesor del Papa Francisco, dedicó gran parte de su mensaje a destacar el papel central de la familia como fundamento del tejido social: “Hermanos, si nos amamos así, sobre el fundamento de Cristo, seremos un signo de paz para todos. No hay que olvidarlo: del seno de las familias nace el futuro de los pueblos”.

Durante la ceremonia, el Papa también recordó ejemplos de matrimonios canonizados que encarnaron este ideal cristiano del amor, como Luis y Celia Martín, padres de Santa Teresa del Niño Jesús, y los mártires polacos Ulma, asesinados por proteger a judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

“El mundo de hoy necesita la alianza conyugal para conocer y acoger el amor de Dios, y para superar, con su fuerza unificadora y reconciliadora, las fuerzas que desintegran las relaciones y las sociedades”, afirmó.

Para cerrar, León XVI alentó a los matrimonios a ser “modelos de coherencia y amor que educa en libertad”, y subrayó la necesidad de proteger a los más vulnerables: “Todos hemos recibido la vida antes de desearla. Especialmente los más pequeños necesitan de los demás para vivir, porque nadie puede hacerlo solo”, concluyó.