El presente de Atlético de Rafaela está lejos de ser el ideal. El mal momento deportivo trasciende la cancha y llega a la tribuna. 

En el día de ayer, por disposición de organismo de seguridad, la parcialidad celeste tiene prohibido por dos partidos consecutivos de local (el primero fue hoy) la entrada y presencia de banderas. Ante esto, "la Barra de los Trapos" se quedó afuera del estadio, mientras se desarrollaba el encuentro, tirando bombas de estruendo. Pero la cosa pasó a mayores.

Con una avanzada de la policía hubo corridades, desmanes, balas de goma y roturas. Según trascendió, hasta una veintena de hinchas resultaron detenidos. 

Sin dudas, un hecho más que refleja la crisis institucional que afronta un club que este año deberá luchar por no descender.