Así quedo el auto de la vecina, quien nos envió la imagen para darle difusión al acto de vandalismo del cual fue víctima por parte de un trapito.

Todo sucedió cuando la vecina se bajó de su automóvil, fue interceptada por un trapito quien al instante le solicitó limpiarle el auto, a lo que la conductora se negó. 

La misma se retiró del lugar y al volver encontró la puerta del conductor, junto con la puerta trasera, un rayón de punta a punta.

A lo que ahora nos preguntamos ¿quién pagará el arreglo?, ¿quién se hace cargo por los trapitos que se encuentran en el centro de la ciudad y al rededores? ¿hasta qué punto te podes negar a que te laven el auto? ¿cómo diferenciar quienes realmente quieren trabajar y quienes no? y muchas otras tantas. Pero lo único cierto hasta el momento son que las dudas superan a las cesteras.