El año pasado explotó la bomba: Volkswagen se vio envuelta en un escándalo tras conocerse que falseaba las cifras de emisiones contaminantes en las pruebas de laboratorio.

Sin embargo, la sospecha cayó sobre todos los datos de consumo publicados por las automotrices. Eso no fue necesariamente por fraude, sino también porque los ensayos que realizan están lejos de ser representativos del uso normal de un auto.

Rápido de reflejos, el Grupo PSA anunció que apostaba a la transparencia y daría a conocer los valores reales de sus vehículos. En esta tanda divulgó los de 28, entre modelos y versiones.

Corresponden a las marcas Peugeot, Citroën y DS, y a fin de año publicarán los de otros 20 modelos más. ¿El resultado? En el uso real se registraron hasta 2,7 litros de combustible más cada 100 km recorridos.

A diferencia de los ensayos usuales, que se realizan en laboratorio, aquí las pruebas constaron de 25 km en ciudad, 38 km por caminos secundarios y 31 km por autopista. Las unidades iban con el aire acondicionado, pasajeros, equipaje, y los trazados no evitaron las pendientes.

Los ensayos fueron realizado por las ONG Transport et Environement (T&E) y France Nature Environement (FNE), ambas auditadas por Bureau Veritas.

La mayor y la menor disparidad entre lo declarado por fábrica y el consumo real quedó para Peugeot. En el primer caso se trata del Peugeot 3008 1.2 PureTech 130 con caja manual de sexta: 4,9 litros declarados contra 7,6 litros en condiciones reales (2,7 de diferencia).

En el segundo, el208 1.6 Blue HDi 100 con caja manual de quinta, con 3,5 litros declarados contra 4,7 reales (1,2 de diferencia).

Además, las tres marcas en el futuro tendrán en sus páginas web un simulador para que el cliente calcule el gasto de combustible aproximado según su estilo de manejo.