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Golpean salvajemente a un chico en un colectivo

Policiales 28 de noviembre de 2014 Por Radio ADN 97.9 FM - Rafaela
Rosario - Lo atacaron, para robarle, entre siete y diez vándalos a bordo de un urbano. Así quedó después del ataque.

Rosario.- Un grupo de entre siete y diez vándalos atacó a golpes a un joven de 20 años a bordo de un colectivo con la intención de robarle y le desfiguró el rostro.

El incidente ocurrió en un coche de la línea 143, de la empresa Rosario Bus, el domingo a la madrugada. Lo grave es que el chofer recorrió unas 20 cuadras sin hacer nada para impedir la agresión y, cuando la víctima se bajó, se fue sin siquiera dejar sus datos.

Facundo Parpal tiene 20 años. El domingo a la madrugada volvía a su casa, ubicada en el barrio de Arroyito. Tomó el 143 de bandera roja en Juan Manuel de Rosas y San Juan y se sentó en uno de los asientos del fondo. Todavía guarda el boleto que le expendió la máquina tras pasar la tarjeta: cuando se subió al coche de Rosario Bus, cuyo número de interno no registró, eran las 5.44.

Unas cuadras más adelante, en Santa Fe y Presidente Roca, abordaron el colectivo unos 20 jóvenes. Subieron sin pagar y se sentaron en distintos asientos. "El chofer los dejó pasar sin decirles nada", contó la víctima.
Uno de los nuevos pasajeros se sentó al lado de Facundo, quien inmediatamente intuyó que iba a robarle. "Sólo tenía la billetera, el teléfono y las llaves, pero enseguida me di cuenta de qué querían", recordó.

El intento de robo no ocurrió enseguida porque unas cuantas paradas más adelante subió otro grupo de jóvenes y enseguida se armó una pelea con el grupo anterior. El chofer conducía sin hacer ni decir nada, mientras el colectivo se convertía en un campo de batalla.

Ese episodio duró poco porque el segundo grupo de jóvenes se bajó a las pocas cuadras, en la zona de la terminal. Fue entonces cuando el que iba al lado de Facundo dejó en claro cuáles eran sus intenciones. "Dame todo o te doy un facazo", le dijo mientras amagaba con sacar un arma blanca. El chico se negó y en ese momento el que lo abordó, y quienes iban con él pero en otros asientos, comenzaron a atacarlo.

Lo golpearon repetidamente en el rostro. Tanto que le desfiguraron los pómulos y los ojos. El chofer, en tanto, avanzaba como si nada ocurriera. Recién en Urquiza y San Nicolás se detuvo. Los agresores bajaron, y también Facundo. Allí había un patrullero de la policía y el chico contó lo que había ocurrido, pero los agresores se fueron caminando y el colectivo siguió su marcha.
Los efectivos registraron los datos del chico, aunque nada se sabe sobre las identidades de los atacantes ni del único testigo de la agresión: el conductor del colectivo.

A Facundo lo atendieron los médicos de una ambulancia. Le extendieron un certificado en el que dieron cuenta de los golpes que registraba en la cara, pero se negaron a llevarlo a la casa con el argumento de que una disposición municipal lo impide. Volvió en taxi, solo y todo ensangrentado. Así llegó a su casa, cuando amanecía.

Aunque el hecho ocurrió hace casi una semana, en los días que siguieron nadie lo llamó para tomarle declaración. El padre lo llevó a un sanatorio, donde los médicos constataron los golpes en el rostro pero no encontraron fracturas ni lesiones serias en el cuerpo. "Por suerte estoy bien, pero lo que viví fue de terror", dijo Facundo. Todavía tiene los ojos negros y los pómulos hinchados

 



Fuente: www.lacapital.com.ar

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