Lo que parecía ser un sábado más de servicio para Oriana Bustamante terminó convirtiéndose en uno de esos días que no se olvidan jamás. La oficial de policía de Rafaela, junto a sus compañeros de patrulla -Oficial de Policía Juliana Zabala y el Suboficial de Policía Leonardo Wildemer-, protagonizó un acto heroico al rescatar y reanimar a una beba de tan solo siete días que se encontraba en grave estado de salud.

Todo ocurrió el sábado 14 de junio por la noche, cuando una comunicación al 911 alertó sobre una bebé que presentaba serias dificultades para respirar en calle Abele al 1130, en barrio Italia. Oriana, que se encontraba patrullando en barrio Mora, no lo dudó: junto a su compañera se dirigieron de inmediato al lugar.

“Cuando llegamos, había mucha gente en la calle. Me bajo del móvil y una señora me entrega directamente la beba. Estaba morada, no emitía sonidos, no respiraba”, relató la oficial en diálogo con el programa Todo Sigue Igual, por ADN 97.9.

La decisión fue rápida: subir al móvil con la madre de la criatura y dirigirse al hospital Jaime Ferré a toda velocidad. Durante el trayecto, Oriana comenzó a realizar maniobras de reanimación. “En un momento largó un líquido y seguí haciéndole golpecitos hasta que finalmente lloró. Ahí respiramos todos en el patrullero”, recordó.

La tensión fue máxima, pero el entrenamiento y la templanza hicieron la diferencia. “Fue un poco por la capacitación que recibimos en Infantería y también por el instinto. Nunca me había pasado algo así”, confesó.

Gracias a la rápida reacción y el profesionalismo de Oriana y sus compañeros, la beba llegó con vida al hospital, donde fue atendida por personal médico que ya la esperaba tras la coordinación del 911.

“Fue un momento que nos marcó a todos. Esas cosas que te cambian la noche, el día y quizás la vida”, expresó la oficial, quien lleva tres años prestando servicio en la ciudad.

El caso generó repercusión y emoción entre quienes seguían la entrevista en vivo por redes sociales. Oriana recibió elogios por su entrega y valentía, aunque ella, con humildad, lo resumió con sencillez: “Cumplimos con nuestro deber”.

Un gesto que humaniza y visibiliza el trabajo diario de quienes patrullan las calles, muchas veces bajo la sombra de críticas, pero que también escriben historias de vida como esta.