Este miércoles, como ocurre desde hace semanas, jubilados y jubiladas se movilizaron en el centro porteño para reclamar por un aumento en los haberes y rechazar las políticas de ajuste del Gobierno nacional. La protesta, que se desarrollaba de forma pacífica, fue reprimida por efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional, dejando como saldo al menos dos personas detenidas y cinco heridos.

La situación se descontroló cerca de las 17, cuando las fuerzas de seguridad intensificaron su accionar en los alrededores del Congreso. Hasta ese momento, los manifestantes se desplazaban de forma pacífica por las veredas, en una columna organizada y sin cortar completamente el tránsito.

Uno de los referentes de la protesta, Carlos Alberto Dawlowfki, conocido hincha de Chacarita, criticó con dureza el accionar de las fuerzas: "Ellos cortan el tráfico y quieren agredir, pero hoy los cagamos porque lo hacemos por la vereda y después vamos a copar el Congreso", expresó con tono desafiante.

Otra de las manifestantes, una señora de 80 años, también lamentó lo sucedido: "No me van a parar. Como siempre, los policías reprimieron, pero hoy por primera vez nos permitieron rodear el Congreso, que es lo que queríamos hacer siempre".

La represión de este miércoles se suma a una serie de intervenciones similares ocurridas en semanas anteriores, en el marco de las movilizaciones sostenidas que realiza el sector pasivo frente al deterioro de sus ingresos. La protesta de jubilados se ha transformado en un símbolo del malestar social frente al ajuste impulsado por el Gobierno de Javier Milei.