Este lunes, el Río Paraná en Santa Fe registra una métrica de 63 cm. Mientras que el Salado en Santo Tomé descendió cinco centímetros más y se posiciona en 79 cm.

Al respecto, Carlos Paoli, Profesor Honorario de la UNL y ex Director del INA Santa Fe explicó que lo que sucede "es parte del proceso natural de los cursos de agua que tienen situaciones de agua normal, de crecida y de bajante. Estamos en una situación de bajante, muy importante, que además se viene produciendo desde hace dos o tres años atrás".

Fue en el 2022, donde hubo un mínimo en Santa Fe de 23 centímetros por debajo del cero. "En estos momentos, todavía estamos bastante más altos de lo que fue ese valor mínimo".

"La historia de los ríos nos muestra que esta no es la primera vez que se producen situaciones de este tipo. El siglo pasado aparecen varios periodos con bajantes pronunciantes" agregó el especialista. Además, sostuvo que esto se debe "al déficit de lluvia en la cuenca de aporte", que en el caso del Paraná es el área que está ubicada en Brasil y Paraguay. Esas zonas deciden el caudal de agua que ingresa".

En el caso del Salado, que tiene una particularidad específica "que es que la naciente está ubicada muy lejos, que es Salta. Y en esa zona hay un caudal importante, pero luego atraviesa una zona, como Santiago del Estero, donde pierde casi su caudal e ingresa con un causal muy bajo a Tostado". Entonces es cuando cobran importancia otros aportes, como los del bajo submeridional y las lluvias que caen en el centro de la provincia.

Sobre que se espera, Paoli no habla de mejoras al corto tiempo, sino que continuará con estas fluctuaciones de subir y bajar centímetros.