En la tarde del martes, en barrio Guadalupe de la capital de la provincia, una mujer y sus tres hijas vivieron momentos de mucho miedo cuando un delincuente se les metió en la casa, se encerró y tomó de rehén a las menores, hasta que escapó por los patios.

Según contó Carolina, la mamá de las niñas, estaba por colocar los carteles en la calle de su pollería, cuando escuchó un disparo. Entonces decidió esperar un rato, y cuando finalmente lo hizo "llega un chico y me dice, ´teneme el arma´. Le digo que no y llega una camioneta de civil de la policía y me piden que lo entregue y le digo que no disparen que estaban las nenas adentro y trabó la puerta".

Rápidamente le grita a su hija más grande que le pase a las más chicas, pero el delincuente ya tenía a una de rehén. Sin embargo, desistió y salió corriendo por el patio.

La mujer dejó entrar a la policía, que revisó el lugar pero no lo encontró. Sin embargo, más tarde, vieron movimientos en el patio y descubrieron que seguía escondido. Llamaron a la policía, pero después ya no lo encontraron.

Pero si algo faltaba, cerca de la medianoche, golpearon la puerta de su casa. Carolina ya dormía y fue su hija mayor la que atendió la puerta. "La nena más grande me dice: Mamá te buscan. Vino y me pidió disculpas porque no quería agarrar a las nenas pero que un cliente lo obligó a tirar el tiro".