En Victoria, fue derrota para el equipo de Otta. El comienzo del partido lo encontró mejor a Atlético que dominaba y se mostraba más cerca de la apertura. Pero tal sus antecedentes, el árbitro José Carreras facilitó las cosas para el local y expulsó por doble amarilla a Lucas Blondel, sin justificación para ninguna de las dos cartulinas. A los pocos minutos, otra falla del árbitro, penal inexistente para el local y  Dening que convierte la pena máxima en gol para el matador. A partir de allí la Crema se descontroló y el equipo de Gorosito comenzó a ganar protagonismo. 

En la etapa complementaria Carreras siguió con la misma: Larrondo le pegó una patada descalificadora a Romero; el ex delantero de Central ni siquiera fue amonestado. Casi en la misma circunstancia, el técnico Walter Otta se fue expulsado por protestar las evidentes malas decisiones del hombre de negro. Al partido le quedaba el cambio de Larrondo por el "Chino" Luna  y ocurrió lo que ocurre casi siempre. El idolatrado goleador del matador metió el segundo a menos de un minuto de su ingreso. De allí al final del cotejo, casi todo fue de Tigre ante un Atlético que agotó cambios, pero fue doblegado por el desánimo, ante las injusticias recurrentes.