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Protesta del CONICET: el reclamo también se sientió en Rafaela

Investigadores, becarios y técnicos protestan por el congelamiento de ingresos, la falta de financiamiento y el deterioro salarial. Advierten que el sistema científico argentino está en riesgo.
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Este martes 28 de mayo, trabajadores e investigadores del CONICET de todo el país llevaron adelante una jornada nacional de protesta en defensa de la ciencia pública. En Rafaela, la movilización también tuvo eco con reclamos por la demora en los nombramientos, la suspensión de convocatorias y la falta de presupuesto para investigaciones en curso.

En la ciudad, el CONICET cuenta con presencia en tres centros: el Centro de Investigación y Transferencia (CIT) Rafaela —de doble dependencia con la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf)—, el Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (IDICAL), en conjunto con INTA, y el Grupo de Estudios de Medio Ambiente de la UTN Facultad Regional Rafaela.

Uno de los principales reclamos es la demora en la efectivización de ingresos a la Carrera del Investigador Científico. En el CIT Rafaela hay tres profesionales con ingreso aprobado desde 2022 y 2023 cuyos cargos aún no fueron oficializados. En el IDICAL ocurre lo mismo con otros dos investigadores, mientras que el total de casos a nivel nacional supera los 800.

La situación se agrava con la paralización de las convocatorias para nuevos ingresos y el freno al financiamiento de proyectos clave. Investigadores advierten que las convocatorias de los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) 2022 y 2023 siguen sin resolución, lo que impide la compra de insumos, la adquisición de equipamiento y el desarrollo mismo de investigaciones. Esto compromete la continuidad de becas doctorales y postdoctorales, y pone en riesgo líneas de investigación completas.

El deterioro salarial también es uno de los ejes centrales del reclamo. Becarios, técnicos, investigadores y docentes universitarios enfrentan una pérdida sostenida del poder adquisitivo, en un contexto de ajuste presupuestario generalizado. La falta de fondos afecta además la posibilidad de asistir a congresos, realizar intercambios académicos o capacitarse, lo que debilita la calidad científica del sistema.

“La ciencia argentina no puede esperar más”, señalaron en un comunicado conjunto. “Sin salarios dignos, sin formación de nuevas generaciones y sin financiamiento, se está empujando al sistema científico a una parálisis peligrosa. El daño puede ser irreversible”.

Desde el ámbito local, los investigadores enfatizaron que no se trata de un reclamo sectorial, sino de una defensa del conocimiento como bien público y estratégico para el desarrollo del país.

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