La reciente renuncia de Eduardo Toniolli a la vicepresidencia primera del Partido Justicialista (PJ) de Santa Fe profundizó la crisis interna que atraviesa la fuerza política que gobernó hasta diciembre del año pasado.

En su carta de dimisión, el dirigente expresó su desacuerdo con las irregularidades ocurridas durante el congreso partidario virtual del sábado pasado, donde, según denunció, participaron personas que no eran congresales, desvirtuando el proceso democrático. Este congreso tenía como objetivo definir la estrategia electoral de cara a las elecciones de convencionales constituyentes, pero las divisiones internas impidieron alcanzar un consenso. Sectores como Hacemos Santa Fe, liderado por el exgobernador Omar Perotti, el Movimiento Evita, con el diputado Eduardo Toniolli a la cabeza, y el grupo del senador nacional Marcelo Lewandowski, decidieron abandonar la sesión en señal de protesta, alegando la nulidad del encuentro y anunciando posibles acciones judiciales.

Luis Rubeo, exdiputado provincial y presidente del congreso partidario, defendió la legitimidad de la reunión, afirmando que contó con la participación de más de 190 congresales y que todas las mociones fueron aprobadas conforme al temario establecido. Sin embargo, las críticas de los sectores disidentes señalan que no se respetaron los procedimientos adecuados, profundizando así las fracturas internas.

La renuncia del vicepresidente primero se suma otro hecho a los ruidos internos en el PJ santafesino, evidenciando una creciente dispersión y desacuerdo en el partido a casi un mes de tener que definir candidatos a convencionales reformadores de la Constitución provincial y autoridades locales.