Luego de que se eligiera el Monumental, casa de River, para la final de la Copa Libertadores, se viralizaron fotos que generaron polémica en los aficionados, ya que se ve cómo las tradicionales insignias del club fueron cubiertas en cumplimiento con una normativa de Conmebol.

El ente sudamericano exigió la “neutralidad” de los estadios anfitriones en las finales a partido único, protocolo vigente desde 2019.

El reglamento de Conmebol respecto al tema: “La publicidad, incluyendo la institucional y/o nombres y símbolos de Clubes y/o Asociaciones —que participen o no del partido— está prohibida en los estadios, a menos que exista una autorización expresa de la CONMEBOL. Los clubes participantes son responsables de la remoción de dicha publicidad, a su propio costo y responsabilidad”.

En el caso de que se dispute el partido en un estadio no propio, es necesario cubrir los logos institucionales del equipo dueño del estadio.

En el caso de que se dispute el partido en un estadio no propio, es necesario cubrir frases y slogans del equipo dueño del estadio aunque no tenga ningún vínculo y o asociación con marca y/o mensajes políticos, religiosos o comerciales de forma directa o indirecta.

El próximo 30 de noviembre, Atlético Mineiro y Botafogo se enfrentarán en el recinto más grande del continente para definir al campeón de la edición 2024. Desde diez días antes del encuentro, Conmebol asumió el control total del estadio, adaptándolo a su identidad visual y patrocinadores oficiales.

Por este motivo, la Asociación Fútbol Argentino (AFA) reprogramó el partido entre River y San Lorenzo por la Liga Profesional de Fútbol al 4 de diciembre.

Será la primera vez que la final única de la Libertadores se dispute en Argentina, tras haberse jugado previamente en Lima, Montevideo, Guayaquil y Río de Janeiro. Mas allá de las críticas, River recibirá cerca de 2.000.000 de dólares por ser sede del evento, reafirmando el prestigio del Monumental en el fútbol argentino y sudamericano.