Messi fue Messi, por fin. No fueron dos goles al paso, de circunstancia, como con Bosnia e Irán, sino un doblete en una actuación sobresaliente. Hizo todo bien el 10, en el mejor partido en la Selección de la mitad de la cancha para adelante.

Un día después del cumple 27 de Lio y con el 4-4-3 que prefiere, sufriendo como todos, los errores defensivos que generan fragilidad. Primero definió con furia hundiendo el arco, sin lujos sino que fue a lo práctico para el rebote. Y en el final de ese primer tiempo metió un tiro libre de esos memorables, en serio.

 A lo Diego, como le pegaba Maradona en sus mejores épocas, dando un solo pasito antes de pegarle de zurda, clavándola arriba de la barrera y en un ángulo.

Fue un “Dios” Messi contra un rival que, como se esperaba, fue más abierto que los anteriores dos. Movedizo desde el principio, enganchado, encendido, en una actitud que motiva, muy distinto de los primeros dos partidos. Provocó infracciones, dios tres pases de goles (uno a Higuaín, dos a Di María) y sus tiros libres dieron en el blanco: antes del 2-1, el arquero Enyema le había sacado uno demostrando su destreza.

Como bien dijo Sabella, con Messi todo es posible, y ésa es la ilusión más allá de niveles colectivos. El enano la rompió y salió poquito menos de media hora del final, porque ya había dado su show y era un buen momento para probar al equipo sin él, para cuidarlo de cara a octavos de final.

El 10 salió saludando a la gente, después a Sabella y volvió a agradecerles a los hinchas que le hacen reverencia. Una tarde de miércoles jugó el mejor o uno de sus partidos top con la celeste y blanca. Y fue victoria contra Nigeria.

Mirá los goles:

Messi puso el 1 a 0 para Argentina

Musa lo empató para Nigeria

Golazo de Messi para el 2 a 1

Doblete de Musa para el empate nigeriano

Rojo vuelve a poner en ventaja a la Selección

Fuente: www.ole.com.ar

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