Aquella espina que quedó clavada de 2013, por perder justamente ante los Heat, ya es parte del recuerdo. San Antonio volvió a dar una muestra de carácter, se impuso con claridad frente al equipo de Miami y sentenció el 4-1 final, para consagrarse como el mejor de la temporada.

Se trata del quinto título de los Spurs y el cuarto de un ídolo como Emanuel Ginóbili. Hay que volver más de 10 años en el tiempo para recordar a un joven bahiense que llegó en 2002 a la NBA, luego de sus inicios en la Liga Nacional y su paso por la de Italia.

Ya en 2003 pudo conseguir su primer anillo, tras imponerse por 4-2 ante New Jersey. En 2005 volvió la alegría, cuando venció por 4-3 al defensor del título Detroit Pistons y, ya en 2007, pudo consagrarse por tercera vez en la que fue la final más contundente: 4-0 ante  Cleveland Cavaliers.

En el medio vivió buenas y malas, amores y desamores. Una sequía importante y los rumores de que abandonaría San Antonio, pero el final fue feliz y esta noche pudo darse el gusto de volver a festejar un nuevo título en el club al que tanto le dio y del que tanto recibió. Un veradero gigante, un orgullo argentino.

Conferencia de prensa de Manu, luego del partido

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