Dengue en Santa Fe: fuerte caída de casos y muertes en comparación con 2024

La provincia de Santa Fe atraviesa en 2025 una temporada de dengue considerablemente más leve que la registrada el año anterior. Según el último boletín epidemiológico, se reportaron poco más de 6.800 casos, una cifra muy inferior a los más de 58.000 que se contabilizaban a esta altura en 2024.


En diálogo exclusivo con La Nueva Nueve, la directora de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud de Santa Fe, Analía Chumpitaz, explicó que “estamos en una situación muy distinta” respecto a años anteriores.
El epicentro de los contagios continúa siendo el sur de la provincia, especialmente el departamento Rosario. “La zona centro-norte representa menos del 10% del total”, detalló la funcionaria, remarcando que el mayor peso de la transmisión sigue concentrado en el sur santafesino.
También se registra una baja considerable en el número de muertes por dengue. Hasta el momento se confirmaron cuatro fallecimientos con diagnóstico de laboratorio, frente a los 34 reportados en la misma etapa de 2024. “Estamos en una situación con una letalidad que es sostenible, no tenemos una letalidad aumentada o que nos alerte”, aseguró Chumpitaz.
Entre los factores que explican este descenso, la funcionaria destacó el comportamiento cíclico de la enfermedad —con picos epidémicos cada tres o cuatro años— y el hecho de que 2024 fue una de las temporadas más intensas en toda América. A esto se suma una fuerte inversión en políticas públicas.
“Hemos trabajado mucho con planes estratégicos locales, con un fondo de dengue y una inversión de 8.000 millones de pesos”, señaló. Entre las principales acciones se destacan la fabricación pública de repelentes, las jornadas de descacharrado sostenido y una campaña de vacunación que superó las expectativas.
Santa Fe ya aplicó más de 120.000 dosis, lo que la convierte en una de las provincias con mayor cobertura del país. “Superamos la cantidad de vacunas colocadas en casi todas las provincias, incluso compramos más que la Nación”, remarcó Chumpitaz.
Además, se implementaron programas educativos en escuelas primarias, con campañas de limpieza dos veces por semana y formación sobre el ciclo de vida del mosquito.
Chumpitaz también advirtió sobre el impacto del cambio climático en la propagación del Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue, zika y chikunguña. “El 90% de la prevención está en eliminar los reservorios: cualquier recipiente con agua puede ser un criadero en cuestión de días”, explicó, reforzando la importancia de medidas simples como tapar, voltear o limpiar recipientes que acumulen agua.
A pesar de los buenos resultados, desde el Ministerio de Salud insisten en no bajar la guardia. “El dengue llegó para quedarse, pero estamos en una situación controlada, con una letalidad que es sostenible y un esfuerzo continuo de prevención y concientización”, concluyó.