En la tarde-noche de ayer, la presencia de móviles policiales concentró la atención de los vecinos del barrio Villa del Parque en un domicilio preciso: los patrulleros frenaban justo frente a la sede de la iglesia cristiana evangélica Visión de Futuro, ubicada en calle Rio de Janeiro 131 de esta ciudad. Aquella que fuera fundada por el recordado reverendo Omar Cabrera, al lado del balneario municipal hace poco más de 40 años.

El motivo de la llegada de móviles policiales del Cuerpo Guardia de Infantería; Policía de Investigaciones con su nuevo jefe, Gabriel Imhoff; Policía Científica; y personal dependiente de la Unidad Fiscal Rafaela, no era para menos. El motivo de su presencia allí era buscar rastros o evidencias que tuviesen relación con el asesinato de la docente Neli Zárate de 53 años, ex directora de la escuela “Bernardino Rivadavia”, violentamente asesinada el 9 de abril último. Hace menos de tres semanas.

Neli Zárate concurría asiduamente a la Iglesia Visión de Futuro, de calle Rio de Janeiro 131; el fiscal a cargo de la causa, Dr. Carlos Vottero dijo textualmente que: “Ella era una asidua concurrente e iba mucho a esa iglesia. Pero qué hacía en la iglesia es algo que falta determinar”, afirmó. Una versión extraoficial, ajena a la Fiscalía, mencionó que la docente colaboraba en la recuperación de adictos a las drogas como un servicio desinteresado, se presume que en esa institución.

Si bien desde Fiscalía se informó en varias oportunidades que se trabajaba sobre varias hipótesis de lo ocurrido y que no se descartaba ninguna, contrasta notablemente el tratamiento recibido por las dos instituciones a las que Neli dedicaba su tiempo y su vida.

A la Escuela Rivadavia -donde Neli era la directora-, el fiscal Vottero la visitó amablemente en la mañana del jueves 14 de abril, donde se entrevistó con personal docente que conocía a Neli y se retiró.

Sin embargo la iglesia Visión de Futuro no recibió el mismo tratamiento.

La iglesia fue allanada por fuerzas policiales, el Fiscal no se hizo presente al momento de los procedimientos, ni tampoco hizo declaraciones a la prensa sobre el acto procesal en curso.
“Está yendo gente a la iglesia y no la dejan entrar”, “[El pastor] Daniel Duarte está muy sorprendido y nervioso por lo que está pasando”, fueron algunas de las frases escuchadas de labios de personas presentes en el lugar y en el momento del allanamiento de ayer a la tarde-noche.

Lo concreto es que, más allá del revuelo barrial lógico, los investigadores fueron a buscar evidencias, rastros, registros, documentación, alguna prueba que pueda aportar elementos a la causa.

Fuente: La Opinión.