Uno pegó una trompada; el otro hizo un tackle a destiempo. Uno tuvo tiempo para pensar lo que estaba haciendo; el otro pensó, pero lo suyo tuvo más que ver con una acción del juego.

La resolución tomada para ambos fue la misma: una semana de suspensión. Así el irlandés Sean O'Brien, que le pegó un puñetazo en el estómago al francés Papé, y el argentino Marcelo Bosch, que derribó de manera ilícita al namibio Kotze, se perderán el partido de los cuartos de final del Mundial entre Irlanda y Los Pumas, el domingo en el Millennium.

Bosch realizó un tackle contrario a la ley 10.4 (e). Tras revisar todos los ángulos de las cámaras, fue citado por el comisionado inglés Peter Larter.

Bosch admitió haber cometido la falta y tras una revisión detallada de todas las evidencias disponibles, incluyendo las filmaciones y los alegatos del jugador, el juez francés Jean-Noel Couraud consideró que la acción merecía una sanción baja de dos semanas.

Pero considerando los factores mitigantes como la conducta del centro antes y durante la audiencia, su arrepentimiento, el buen carácter y un registro disciplinario limpio, se le redujo a sólo una.

En el caso de O'Brien, la citación fue por atentar contra la ley 10.4 (a). El ala admitió haber cometido juego sucio y en principio iba a recibir dos semanas de castigo pero los antecedentes también jugaron a su favor y se le bajó a una.

De esta manera los dos podrán volver a jugar el lunes 19 y estarían habilitados para ser parte de una semifinal.

Fuente: Clarín