Según el contrato firmado entre Argentina y el Fondo Ruso de Inversión Directa, el gobierno de Vladimir Putin debía enviar, entre enero y febrero, veinte millones de dosis de la Sputnik V. Extraoficialmente, sin embargo, trascendió que el Ejecutivo nacional considera que el acuerdo comercial será incumplido por las farmacéuticas rusas, por un motivo muy simple: todavía no han sido fabricadas.

El día de ayer, los responsables comerciales de la producción de la vacuna habrían reconocido a la secretaria de Salud, Carla Vizzotti, y a la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, que no podían cumplir con los embarques previstos para enero y febrero. Por el momento, el envío del avión de Aerolíneas está suspendido.

Se espera que, en las próximas horas, Vizzotti y Nicolini reanuden las negociaciones con sus pares rusos. Si Putin libera para la Argentina una nueva partida de vacunas, en las próximas horas el avión de Aerolíneas podría traer desde Moscú un embarque máximo de 600.000 dosis.

Lo cierto es que el retraso en la llegada de la Sputnik V dificulta la puesta en marcha del plan masivo de vacunación. El ministro de Salud nacional, Ginés González García afirmó que el país tiene "aseguradas" vacunas para 25 millones de personas, incluyendo las dosis prometidas por AstraZeneca y la iniciativa COVAX.