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"El 9 de julio se tomaron decisiones que van en contra de la marea de la historia"

En los festejos por el 204° aniversario de la Declaración de la Independencia, Radio ADN dialogó con el prestigioso historiador Eduardo Lázzari. La fecha debe ponderarse, porque aquellos hombres tuvieron el valor de resistirse a los vientos de reconquista española.
EDUARDO-LAZZARI

Esto es parte de lo que con extrema claridad explica Lázzari en el aire de la radio.

"Con claridad se puede decir que en la historia argentina hay dos días fundacionales indiscutibles, que son el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816. Se agrega después otra fecha magna, que debería ser recordada mucho más fuertemente, que es el 1 de mayo, día de la Constitución de 1853. En ese sentido, el 9 de julio tiene 2 particularidades que lo hacen verdaderamente único, y como la culminación de un largo proceso que empezó en el 10. Nosotros en la conmemoración histórica siempre le hemos dado mucho más importancia al 25 de mayo. De hecho, si yo le pregunto a cualquiera de ustedes que me reciten quienes son los miembros de la primera junta de gobierno, sale mucho más fácil, que si les pido 8 nombres de los diputados constituyentes de julio. En eso hay como una diferencia, y lo que tiene de muy fuerte el 9 de julio es que fueron decisiones que van en contra de la marea de la historia, y esto, me parece muy importante; porque el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, es un evento, la revolución, que va en el mismo sentido de lo que ocurrió en la propia España, cuando Napoleón invade en 1808 y cae el Rey Fernando VII, y empiezan a surgir en cada lugar, en cada rincón de España una Junta de gobierno para reemplazar a ese Rey ausente. Eso se trasladó a América y empezó en 1808 en Montevideo, en 1809 Chuquisaca,  y así, está en el 10 está la revolución de México, de Santiago de Chile, de Quito, de Caracas, de La Paz y la de Buenos Aires. Es decir, de alguna manera, lo que iba a ser nuestro país, iba en el sentido de la historia. El 9 de julio no. El 9 de julio las cosas venían en contra. Había que mirar el viento de frente porque Fernando VII había vuelto al poder en España, había restaurado la Monarquía Absoluta, y después había comenzado la reconquista de todas las tierras perdidas en América, con mucho éxito. Cae México, cae Chile, cae Centroamérica, cae la vieja nueva Granada Colombia y Venezuela, cae Ecuador, y lo único que quedaba en pie de esas revoluciones de 6 años antes, era la Revolución de Buenos Aires que se había convertido en un país, que no era independiente, pero que ya tenía un grado de autonomía enorme, que eran las Provincias Unidas del Río de La Plata. Entonces, cuando se convoca a ese Congreso, primero la audacia de hacerlo en San Miguel de Tucumán, una ciudad pequeña, sin infraestructura, una ciudad difícil de defender, a 400 km de donde estaba el campamento del ejército realista que iba a intentar invadir el norte, y se reúnen allí, y deciden seguir adelante con la guerra, y deciden seguir adelante con la idea de formar un país, y lo declaran al mundo en forma jurídica. Eso, es el enorme valor del 9 de julio, porque el 9 de julio, enfrentamos a la historia, el 25 de mayo, la acompañamos. Y ahí estuvo todo lo que tenía que estar para poder sacar adelante un nuevo país, y sobre todo, permitir que la guerra de la Independencia Sudamericana siguiera".

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