La semana pasada la comunidad global observó en la rutina informativa una noticia esperanzadora. Una nación celebraba haberle dado el alta médico a su último paciente con COVID 19. Nueva Zelanda, se transformaba de este modo en un país que recuperaba la normalidad. "La mañana de ADN" pudo dialogar con Gabriela de Urtiaga, una ciudadana argentina, que reside en Wellington desde el 2003. Su testimonio es verdaderamente interesante. "Para Nueva Zelanda fue un gran logro lo que hizo porque logró haber frenado los contagios y no tener mas casos en un período muy corto de tiempo", comenzó contando esta médica que hoy trabaja en un laboratorio dedicado a la elaboración de vacunas. "El primer caso sucedió el 28 de febrero, pero por supuesto, antes del 28 de febrero el gobierno empezó a tomar medidas como para prevenir esto. Tuvimos un total de 1504 casos con 22 personas fallecidas, y bueno el 8 de junio fue un día realmente de festejo porque fue el último caso que había activo. Se le dio de alta a una mujer que estaba internada", señalaba la entrevistada. Consultada porqué creía que la situación había sido mucho menos compleja que en el resto del mundo Gabriela tuvo palabras de reconocimiento para la autoridad política de ese lugar. "Hay varios  factores que contribuyeron a no tener más casos y lograr esto. Yo creo que uno de ellos es la ubicación geográfica, donde está nueva Zelanda, que está aislada. Son dos islas en el pacifico sur, y eso ayudó para ver como en otros países se producían estos brotes y aprender de ellos; por otro lado somos pocas personas; somos 5 millones. Al menos yo personalmente estoy muy agradecida a la Primera Ministro que tenemos se llama Jacinda  Ardern. Esta mujer ha actuado con una decisión y una entereza, para imponer un estricto confinamiento desde el principio de la pandemia, implementación de la cuarentena desde el 21 de marzo, que fue  poquitos días después del primer caso que tuvimos", señalaba Gabriela de Urtiaga.

Resulta interesante acceder a este tipo de información, de un país de características totalmente distintas a la Argentina, con desarrollo inobjetablemente superior, y encontrar que quienes viven allí reinvindican como decisivo el paso rápido y rígido hacia el distanciamiento social, medida que en Argentina, con resultados sanitarios hasta el momento satisfactorios, se discutió como si se tratara de una cuestión política.