El Gobierno provincial a cargo de Miguel Lifschitz se encargó, ayer al mediodía, de dar su propia versión en torno a una de las polémicas de la prolongada transición santafesina: el déficit fiscal de la Provincia. 
"Enviamos los datos económicos financieros del cierre de gestión. Déficit final al 30 de noviembre y el monto en caja al 10 de diciembre", afirmaba en la presentación el breve comunicado. 

Así, se indicó que al cierre del 10/12/2019, el gobierno provincial cuenta con un saldo en caja de $ 4.647.109.434,52. Y que de ese monto $ 2.000 millones se encuentran depositados en plazos fijos bancarios mientras que el saldo en diversas cuentas bancarias pertenecientes al Estado Provincial.

"En lo que refiere a la ejecución presupuestaria correspondiente al ejercicio 2019, de acuerdo a la información aportada por el Sistema de Administración Financiera Provincial (SIPAF) con datos al 30 de noviembre último, se registra un superávit económico (ahorro corriente) de $ 16.685 millones y un déficit financiero (al incluir los gastos de capital) de $ 8.198,7 millones", detallaron desde el Gobierno saliente. "Dicho déficit financiero representa un porcentaje inferior al 3% del total de gastos ejecutados al 30/11/2019", agregaron. "En el mes de noviembre se observa un superávit económico de $ 2.586 millones y un superávit financiero de $ 931 millones", consigna. 

"En resumen: el saldo en caja al 10/12 supera los 4.600 millones y el déficit al 30/11 es de 8.200 millones", remarcaron, un dato que contrasta con los ofrecidos por el nuevo gobernador, Omar Perotti. "En lo fiscal el mes de octubre el resultado financiero deficitario ascendía a $ 9.129 millones, como consecuencia que los gastos vienen creciendo en lo que va del año 9 puntos porcentuales más que los recursos", expresó el flamante mandatario provincial en su discurso ante los legisladores tras tomar posesión del cargo.